Carolina Birizamberri, el placer estético de la efectividad


03 de julio de 2021

Compartir esta nota en

por Delfina Corti

La uruguaya tiene el gol como marca de fábrica. Si River quiere ganar el Torneo Apertura 2021, va a necesitar de los goles de Birizamberri. Como diría el periodista Enric Gozález, eso es lo que se busca en el fútbol: la exaltación de ciertos momentos y el placer estético de la efectividad.

En el fútbol, la única finalidad -escribió el periodista Enric González- consiste en marcar más goles que el adversario, y todos los esfuerzos deben encaminarse a eso. Si eso ocurre, si un equipo prescinde de la banalidad, de la rutina, del preciosismo, y busca obsesivamente la victoria, con casi total seguridad proporcionará algún tipo de emoción estética. 

Para que se entiendan las palabras de González, los goles son de una belleza indiscutible porque ofrecen armonía, es decir, el movimiento más eficaz en el menor tiempo. Sin embargo la belleza no es sinónimo de estética. 

Carolina Birizamberri es una jugadora estética porque busca obsesivamente la victoria. Desde hace 5 años, es una de las jugadoras más destacadas de River. No solo por sus goles, sino también por su entrega durante los partidos. En la Superfinal del primer torneo semiprofesional de fútbol argentino -frente a Boca- fue una de las pocas jugadoras que jamás bajó los brazos. Incluso cuando el partido parecía estar resuelto. 

Pegada frente a la raya izquierda, como extremo, Birizamberri aprovecha su técnica y su velocidad, y encara. Cuando la jugada pasa por los pies de las mediocampistas millonarias, la 11 de River pica al espacio o marca la diagonal para quedar -en la mayoría de los casos- sola frente a la arquera. Y ahí nunca perdona: ya sea de zurda, de derecha, de cabeza. Y ahí, proporciona el placer estético de la efectividad

La uruguaya de 26 años, al igual que su ídolo Cristiano Ronaldo, tiene como marca de fábrica el gol. Ya sea a través de un toque sutil, de un bombazo desde afuera del área, de rebote. La delantera se define como goleadora y los 9 goles que lleva en el Torneo Apertura 2021 -en 8 partidos- le dan la razón.

“Disfruto mucho convertir y más con la camiseta que amo. Son momentos únicos. Me encantaría que cada jugadora lo pudiera vivir de la misma manera que yo. No hay nada más lindo que hacer un gol con la camiseta de River”, declaró a principios de este año antes de la Superfinal frente a Boca. Es que Birizamberri es fanática de la banda roja y considera al club de Nuñez su familia. 

Llegó a River en 2016, desde Montevideo, para cumplir su sueño: jugar en el exterior. Sus goles durante 8 años en el torneo uruguayo le valieron como carta de presentación. Y, como era de esperarse, tras una prueba en las canchas auxiliares del Monumental, Birizamberri se calzó la camiseta de sus amores. 

Sus goles se los dedica a los hinchas de River y a sus compañeras. Los festejos, van para sus ídolos futbolísticos. “Yo estoy aquí”, dijo con gestos tras empatar el partido frente a la UAI-Urquiza. Y, así como homenajeó a Cristiano el año pasado, en más de una oportunidad imitó los festejos de Scocco, Pratto y Quintero. 

En 2018, el año en el que River de Marcelo Gallardo ganó la Copa Libertadores frente a Boca, Carolina estaba en Valladolid, España. Lejos de lo que considera su segunda casa, vio aquel partido del club de sus amores. Meses antes, había escuchado a Gallardo decir: “Que la gente crea porque tiene con qué creer”. El entrenador no la decepcionó. Y aquellas palabras se le grabaron para siempre. Incluso, en su brazo izquierdo donde tiene tatuado: “Creer”. 

Por eso, cuando le preguntan qué consejos le daría a las nuevas jugadoras, la uruguaya recurre a la épica: “Empieza por hacer lo necesario, luego lo que te sea posible y, cuando te des cuenta, estarás haciendo lo imposible”.

 

***

Empieza por hacer lo necesario. Cuando tenía 4 años, Birizamberri se sentó junto a su madre en unas de las tribunas que tenía el club uruguayo de baby fútbol, Rápido La Teja. En la cancha, su hermano mayor jugaba junto a sus compañeros la liga regional. 

–Yo también quiero jugar al fútbol –le dijo aquel día a su madre. 

Minutos después, finalizado el partido, la madre de Carolina se acercó al entrenador y le comunicó que su hija menor también jugaría al fútbol. Durante 9 años, fiel a su estilo, Birizamberri respondió en la cancha con más de 100 goles en el baby fútbol hasta que a los 13 años debutó en la primera división del fútbol uruguayo, en el club Cerro. 

Luego lo que sea posible. Era 10 de agosto de 2008. Birizamberri ingresó al comienzo del segundo tiempo y a los 68 minutos marcó el primer gol de su carrera. Al año siguiente, se fue al club Bella Vista donde en la primera temporada, con 14 años y 22 goles, terminó cuarta en la tabla de goleadoras. 

Y cuando te des cuenta, estarás haciendo lo imposible. En 2015, en River Plate de Montevideo, Carolina se convirtió en la máxima goleadora de la historia del campeonato uruguayo, tanto femenino como masculino: marcó 53 goles en 18 partidos. 

"Es mi vida, una pasión que descubrí desde pequeña y que de a poco me fue cambiando la vida", dijo el día que la homenajearon por su cifra récord. Al año siguiente, llegó al club de Nuñez y, en su primera temporada, salió campeona y -cuando no- goleadora del torneo. 

A principios de este año, River perdió la primera final semiprofesional frente a Boca 7 a 0. Ahora, tiene la oportunidad de ganar el Torneo Apertura. El sábado recibe a Gimnasia de la Plata, a las 10 de la mañana. Si quiere hacerlo, va a necesitar de los goles de Birizamberri. Como diría Gozález, eso es lo que se busca en el fútbol: la exaltación de ciertos momentos y el placer estético de la efectividad. 

Con Birizamberri, entonces, que los hinchas de River crean porque tienen con qué creer, porque como escribió la goleadora uruguaya en sus redes sociales “un campeón se distingue no por sus victorias, sino por cómo se recupera de sus derrotas”.

Compartir esta nota en