“Doble Carrera”: la educación y el deporte de la mano


17 de agosto de 2022

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Por Emiliano Ojea

Es un programa promovido por la UNESCO, el Comité Olímpico Internacional, la Federación Internacional del Deportes Universitario (FISU) y la Unión Europea, quienes todos los 20 de septiembre lo ponen en valor a través de la celebración del Día Internacional del Deporte Universitario.

“Doble Carrera” consiste en promover que todas y todos los deportistas estudien a la par que desarrollan su carrera deportiva, apuntando a formar personas de manera integral, para que las y los deportistas tengan una profesión el día que se retiren del deporte. 

Es un programa promovido por la UNESCO, el Comité Olímpico Internacional, la Federación Internacional del Deportes Universitario (FISU) y la Unión Europea, quienes todos los 20 de septiembre lo ponen en valor a través de la celebración del Día Internacional del Deporte Universitario. 

El mismo, promueve que las y los deportistas puedan acceder a los estudios de Educación Superior, superando la falsa dicotomía Estudio - Deporte. En el caso de la Unión Europea, ha desarrollado una ¨guía en la doble carrera de los atletas” (Guidelines on dual career for athletes, 2012) en pos de generar en aquellos países miembros, la inclusión de programas de este tipo como fomento del deporte de alto rendimiento. 

Es pertinente destacar que no existe una receta para su implementación, de modo que cada país lo adapta de acuerdo a su sistema educativo y universitario y a su sistema deportivo. En muchas partes del mundo, el mismo está enfocado en deportistas del alto rendimiento, quienes reciben becas para estudiar en las universidades y estas le brindan facilidades en la parte académica.

En Argentina, el programa “Doble Carrera” lo promueve la Federación del Deporte Universitario Argentino (FeDUA) y se encuentra en desarrollo, es una clara opción para incluir y motivar a que nuestras y nuestros jóvenes se acerquen a la Educación Superior a través del deporte.

Lo cierto es que, en la mayoría de los deportes, las y los deportistas en la etapa de 18 a 25 años, es cuando explotan sus máximas posibilidades deportivas que definirán su destino, por la madurez física y psíquica alcanzada. 

Ahora bien, el desarrollo de dicha profesionalidad debe ser acompañado por todas las instituciones que puedan garantizar una trayectoria deportiva pero también académica que le permita desarrollarse integralmente, en todas sus facultades. 

La experiencia, datos y estadísticas de las Federaciones deportivas y expertos nos demuestran que es a los 18 años, o al momento de la culminación de la etapa escolar secundaria, cuando se produce la mayor deserción deportiva de los “clubes” y el argumento principal es la necesidad de dar prioridad a los estudios de nivel superior por sobre los entrenamientos y exigencias de una carrera deportiva. 

Esto es aún más visible en las y los deportistas con menos recursos, donde la disyuntiva se plantea entre la búsqueda de un empleo y la carrera deportiva. 

Por otro lado, están aquellas/os deportistas que, teniendo en cuenta sus posibilidades y oportunidades, deciden no estudiar una carrera de Educación Superior para dedicarse exclusivamente al deporte. 

Hasta el momento, las y los deportistas de nuestro país se encuentran, a menudo, ante la incertidumbre de tener que elegir entre su carrera deportiva o una carrera de nivel superior: lo cierto es que la “Doble Carrera”, hasta hace pocos años quedaba supeditada a las posibilidades particulares, al esfuerzo y la iniciativa del deportista y su entorno. No hay antecedentes de Políticas Públicas que promuevan la Doble Carrera para deportistas en nuestro país. 

Con las políticas de inclusión en la Educación Superior, las Universidades pusieron en el centro del debate cuál es el rol de la Universidad en la sociedad. 

En ellas se realizan actividades que están implícitamente relacionadas con el desarrollo humano, entendiendo éste como un proceso basado en crear y ofrecer oportunidades y opciones de elección para todas las personas, ponderando las capacidades, talentos, motivaciones y aptitudes de aquellas. 

Entonces es importante reflexionar sobre el concepto de desarrollo humano y su relación intrínseca con el deporte. 

No obstante, a pesar de ella, y por diversos motivos, las/os estudiantes cuando ingresan a la Universidad suelen discontinuar sus prácticas deportivas con lo que esto implica en cuestiones de salud, de integración social, esparcimiento y desarrollo integral, como si no fueran compatibles ni mucho menos actividades complementarias. 

Es de gran importancia aportar al crecimiento del deporte argentino creando y fortaleciendo un Programa Nacional de Doble Carrera. 

En este sentido, para que acceder a la Educación Superior y hacer deporte de competencia puedan convivir y complementarse. 

Es por esto que la implementación de este programa requerirá de un compromiso a partir de establecer un vínculo entre la institución de educación superior y las/los deportistas, para su acompañamiento y contención en su trayectoria académica como eje principal, garantizando las condiciones de la continuidad, o desarrollo de la carrera deportiva, entendiendo que ambas se potencian. 

Una vez finalizada la etapa escolar secundaria - con la Educación Secundaria Obligatoria ratificada con la implementación de la Ley N 26.206, sancionada el 14 de diciembre del 2006 y con el Decreto 29337/49 de Gratuidad Universitaria y la Ley de Educación Superior N 24.521 y sus modificatorias - todas y todos los deportistas del país tienen la posibilidad de acceder a una Educación Superior pública, gratuita y de calidad. Si bien desde la creación del ENARD (Ley 26573/2009), las y los deportistas de alto rendimiento fueron mayormente contenidos para que realicen sus estudios; existen cientos de deportistas que aún no conocen los beneficios del Sistema Universitario Argentino.

El Sistema Universitario Argentino, público, gratuito, federal y de calidad, con una Universidad nacional en cada centro urbano, permite que cientos de jóvenes, mientras terminan sus estudios secundarios obligatorios, a la vez que compiten o hacen actividad física en un club, puedan proyectar un futuro de continuidad de sus actividades en las instituciones de Educación Superior. 

Son más de 20 las Universidades Nacionales que aprobaron por Consejo Superior la implementación del programa, que invita a que las y los deportistas estudien una carrera mientras siguen compitiendo para su Club o lo pueden empezar a practicar representando a la Universidad, siendo un motivo más de arraigo para una juventud que muchas veces busca el éxito deportivo o académico solo en Buenos Aires. 

Si como país logramos que una generación entera de deportistas, sin importar su nivel deportivo, accedan a las universidades, las transite, participen activamente, se formen y puedan recibir acompañamiento institucional para la práctica deportiva y académica, vamos a generar un círculo virtuoso de movilidad social ascendente, donde el deporte y la educación se retroalimenten y donde miles de jóvenes se vean incluidos en una experiencia inédita en Argentina, formándolos integral y profesionalmente. 

Por lo anteriormente mencionado, desde Federación del Deporte Universitario Argentino, se impulsó la realización de un relevamiento diagnóstico, en el que participaron de su diseño más por más de 40 instituciones de Educación Superior, entre ellas Universidades públicas y privadas de nuestro país; y el cual fue completado por más de 3000 deportistas en el que se detectaron dos dificultades principales en su Doble Carrera: por un lado, las dificultades económicas; por el otro, la falta de acompañamiento institucional. 

Este programa se propone posibilitar las condiciones necesarias y los mecanismos formales por parte de las Instituciones de Educación Superior para que las y los deportistas puedan ingresar, continuar y finalizar una carrera de nivel superior complementaria a su carrera deportiva. Facilitando y apoyando al deportista que tiene entrenamientos y competencias, sea este de representación universitaria y/o federada, de alto rendimiento deportivo o en esa proyección. Para ello, será necesario un trabajo articulado entre las instituciones ya mencionadas. 

Es para destacar el proyecto de ley de Doble Carrera presentado por la Diputada Nacional Gisela Marziotta, que de ser aprobado garantizaría que esta sea una Política de Estado sistemática. 

Nuestro país tiene una enorme deuda con las y los deportistas, tanto en el nivel educativo medio como en el nivel superior, ya que los estudiantes están forzados por múltiples variables sociales y personales, que los empujan a tomar decisiones: estudiar o hacer deporte. Cuando en realidad, ambas actividades son perfectamente compatibles, simplemente, hace falta un marco regulatorio a través de una Ley para adecuar las necesidades de las y los estudiantes con su actividad deportiva.   

Este programa del cual ya son parte miles de deportistas, se sostiene por la decisión política de FeDUA, de las Universidades Nacionales y de un grupo de Federaciones Deportivas, pero debería ser una Política de Estado. 

Por ello, como país, una de las metas que debemos proponernos es crear las medidas necesarias que apunten al acompañamiento y apoyo para las y los deportistas; involucrando desde los gobiernos nacionales, provinciales, municipales, a las federaciones deportivas, las universidades y los clubes para que incorporen en sus agendas el programa “Doble Carrera”. No estamos hablando de montos estrafalarios, sino de pura gestión y de optimizar los recursos ya existentes.

La Doble Carrera en Argentina llegó para quedarse y expandirse, el tema está instalado en el Comité Olímpico Argentino, en el Ministerio de Educación y en su Secretaría de Políticas Universitarias. FeDUA cuenta con un equipo de tutoras que brindan acompañamiento a diferentes estudiantes deportistas y posee convenios con más de 30 Federaciones Deportivas Nacionales, para promover los estudios en sus deportistas federados; por ejemplo, la Confederación Argentina de Taekwondo, tomó la decisión de que, para integrar la selección argentina, las y los deportistas debían estudiar de forma obligatoria. 

También cada vez son más las Universidades Nacionales que ya crean el programa, aprobándolo en sus Consejos Superiores, permitiendo esto un apoyo institucional y un acompañamiento más preciso para sus deportistas. Este trabajo en equipo, articulado con dirigentes y entrenadores, centrado en las y los deportistas como sujetos de derecho, es apenas un comienzo del potencial que la Doble Carrera tiene en Argentina. 

El camino a recorrer es largo, es mucha la gestión a realizar y en términos de presupuesto no es demasiada la inversión, pero la meta es un futuro mejor con un legado de una generación formada integralmente, que en definitiva creará una mejor sociedad, con mayor calidad de vida y formación.

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Emiliano Ojea 
TW @emiojea
Presidente de Federación del Deporte Universitario Argentino @FeDUArgentina.
Comité Ejecutivo de International University Sports Federation @FISU
Consejero del Comité Olímpico Argentino @prensaCOA
Autor del Libro: Jugar en Equipo. Deporte+Educación=Movilidad Social Ascendente

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