El deporte en todas sus dimensiones


21 de marzo de 2022

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Por Emiliano Ojea

Pasión, convicción, compromiso y motivación fueron palabras que fui recibiendo como devolución al abrir el debate e inentaré incorporar en la columna.
En mi caso, la pasión por el deporte sostenida en el tiempo, me llevo a involucrarme de otra manera y comprometerme para poder discutirlo desde adentro.
Es imposible pensar el deporte como un hecho aislado de otras dimensiones, destacar su potencial y su aporte en la sociedad es la mejor forma de abordarlo.

Si algo hemos aprendido después de una pandemia mundial es que la salud física y mental, es la base para desarrollar todas las demás actividades de la vida cotidiana. El deporte y la actividad física tienen un rol central en tener una mejor calidad de vida, en llevar una vida saludable, y un enorme potencial para prevenir enfermedades, especialmente las no transmisibles.

Pero a pesar de que esto parece obvio, si miramos las estadísticas, estamos muy lejos de tener números alentadores. Miren, en el 2015, el Consejo Económico y Social de la CABA realizó un estudio sobre los hábitos saludables de los porteños. Entre las principales conclusiones se encontró que, casi el 60% de los habitantes de la Ciudad no practicaban deporte. Y estas cifras aumentan entre los adultos mayores y también entre quienes tienen menor nivel educativo, y sobre todo en la zona sur. 

Por eso, aunque parece evidente, nunca hay que dejar de recordar que la inversión en deporte no es un gasto, es un ahorro a futuro en salud. No lo digo yo, lo dice la Organización Mundial de la Salud que tanto escuchamos en estos tiempos.

Vayamos a la educación. Soy un convencido de que el deporte es una parte imprescindible de la formación integral de las personas. Y lo que vengo a plantear es que si el único garante del derecho al deporte es la Escuela, en son los 60 minutos obligatorios de la clase de educación física, si queremos seguir haciendo crecer al deporte, que mejor que hacerlo de la mano de un sistema educativo consolidado, que con sus cosas a mejorar ha garantizado el derecho al acceso a la educación en cada rincón de la Argentina. 

La práctica deportiva en niños, niñas y jóvenes tiene una capacidad única de transmitir valores, de fomentar el trabajo cooperativo, de integrar a la comunidad, de brindar herramientas para resolver conflictos y también de trabajar con las desigualdades. Por eso cuando hablo de la importancia del deporte y la educación de la mano, es para que el proyecto Doble Carrera (estudiar y hacer deportes de forma simultanea) sea un proyecto de vida para las y los jóvenes en Argentina; es para que dejemos de hacer proclamas y asumamos el compromiso de incluir en todas las planificaciones el fortalecimiento del deporte escolar y del deporte universitario; es porque sin duda, la educación y el deporte a la par se retroalimentan de manera positiva. 

Pero más allá de todo esto, el deporte me apasiona por su eficacia en términos de inclusión social. Como profesor de Educación Física, pude conocer de primera mano realidades muy particulares que cada una, que marcaron para siempre, donde pude ser testigo del potencial del deporte como herramienta de inclusión social e integración comunitaria. 

Sin dudas, el deporte comunitario y social es una de las herramientas más efectivas para generar y fortalecer esos lazos sociales que necesitamos, para promover prácticas solidarias, robustecer el trabajo en equipo y generar ese sentido de comunidad. El deporte es un puente de sociabilidad y los clubes de barrio son la principal institución de referencia, por eso, es momento de una política universal para estas instituciones que son además cunas de democracia y participación ciudadana.

En los períodos de los años 45 y 55 y del 2003 y el 2015, fueron las etapas donde se fundaron mayor cantidad de clubes de barrio, tenemos que volver a hacerlo; es ahí donde vamos a encontrar a quienes se alejaron de la escuela en la pandemia. Pero también, el deporte está presente en lugares informales, tenemos que trabajar para que esos potreros, donde nos encontramos con miles de pibas y pibes se conviertan en clubes.

Hablo de la pasión por el deporte con la convicción del rol protagónico que debe tener el estado, los gobiernos y las instituciones deportivas y educativas en la planificación del Deporte Argentino, pero escribirlo también tiene un objetivo: generar motivación. Motivación para seguir pensando y debatiendo, para seguir trabajando, para seguir avanzando en este camino de hacer crecer el deporte en todos los niveles y en todos los rincones del país. 

Un mejor deporte argentino no van a desarrollarse por generación espontánea. Es cierto que tenemos el inmenso orgullo de ser la tierra de Maradona, de Messi, de Ginóbili, de Lucha Aymar, de Sabatini, de Lange y de Pareto. Pero la realidad es que al deporte hay que promoverlo con políticas sostenidas, apostando a los procesos de trabajo, y fundamentalmente, al TRABAJO EN EQUIPO entre todos los actores. 

Por eso invito a todas y a todos los que somos apasionados y convencidos de la importancia que tiene el deporte, a salir a motivar y a convencer a la sociedad, y también a un sector de la dirigencia política y empresarial de que el deporte es una gran inversión. 

Solo trabajando en equipo, juntos y juntas, todos los sectores, tomando lo mejor de lo que ya se hizo, pero actualizando e incorporando algo distinto vamos a encontrar el camino de la consolidación de un sistema deportivo argentino. Claro, es un desafío, un gran desafío.

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Emiliano Ojea 
TW @emiojea
Presidente de Federación del Deporte Universitario Argentino @FeDUArgentina.
Comité Ejecutivo de International University Sports Federation @FISU
Consejero del Comité Olímpico Argentino @prensaCOA
Autor del Libro: Jugar en Equipo. Deporte+Educación=Movilidad Social Ascendente

 

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