Hasta siempre Ale Sonich: "La eternidad está en los recuerdos"


11 de junio de 2021

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por Redacción Relatores

Este viernes falleció nuestro querido compañero Alejandro Sonich. Un dolor inconmensurable.

El dolor sordo, una daga caliente en el alma. Algo se desgarra por dentro. No se ve. Ni con radiografías ni tomografías, ni con nada que la ciencia pueda comprobar. Pero allí está. Se siente desgarrar, como pocas veces se siente corporalmente cualquier otra cosa de las que se enfrentan en la vida. Jirones. Eso. Parecen jirones. Trozos desgarrados y arrancados. Una parte de un todo que se escabulle entre las manos. Se fue Ale Sonich. Ese jirón de Relatores fundamental, tanto en el básquet como en la vida misma de la cooperativa. 

Felipe Evangelista, ex presidente de Ferro, supo acuñar las palabras precisas, en esta tarde fría y soleada de junio, en la que Ale partió. "Se fue un amigo, un amigo con el que compartimos el color de camiseta, ese que nunca se cambia, ese amor que siempre nos une y que nos hace eternos. Compartir una pasión es el camino hacia la verdadera eternidad. Me gusta decir que -a veces- uno intenta (en un dogma religioso) encontrar la explicación para lo que viene después de la muerte. Pero, en realidad, la eternidad está en los recuerdos. Esos recuerdos que quedan grabados en el corazón de un amigo, de la familia, y que hace eterno al que parte. Ale compartió conmigo el tablón, los campeonatos, era un poco más chico que yo, y hace 20 años que compartimos la pasión por la radio. Él tuvo la grandeza de permitirme usar el micrófono a su lado, en esa pasión que también tenía, fundamentalmente transmitiendo a Ferro. Así que se va... se va pero se queda. Se queda eterno en el recuerdo de los que lo conocimos, de los que compartimos esa pasión, la pasión que también comparte Relatores, que es la del micrófono. Y fundamentalmente la pasión por la camiseta de Ferro. Qué mejor que decirle: 'Hasta pronto, Ale. Y quedate tranquilo que tu eternidad está asegurada, en los recuerdos que dejaste en tantos momentos compartidos, y en las mesas en las que -hace muchos años- tenés (y tendrás) servida en este Viejo Buzón, de Espinosa y Neuquén, a pasitos de la cancha de Ferro, desde donde -muchas veces- los sábados pasábamos tres horas transmitiendo y contando anécdotas, de las que vivimos en nuestro querido Ferrocarril Oeste'".

Alejandro Apo, amigo de Ale Sonich, supo narrar, en medio de la consternación por la noticia, que "son dolores que no paran. Que los voy a llevar hasta el día que me vaya de la vida. Un amigo del alma. Un muchacho que me acompañó en momentos difíciles. Siempre solidario, siempre macanudo. Hacedor de un muy buen periodismo. Es una persona inolvidable. Hemos pasado cosas que sólo él y yo sabemos. Se las llevó. Pero yo lo llevo en el alma a él. Alejandro fue un amigo enorme. El dolor que siento, me pasa como con las personas que quiero mucho: no puedo elaborar su muerte. Sólo me resta mandarle un beso a toda su familia, a sus hijas. Siempre con Ale". 

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