Zárate tuvo el pasado viernes una charla con el director técnico, Miguel Ángel Russo, y le manifestó su disconformidad por la falta de oportunidades.

El delantero arribó a Boca en junio de 2018 tras una polémica con su anterior club, Vélez Sarsfield (consideró una traición su traspaso). Su contrato vencía en diciembre, pero dispone de una cláusula de salida que se puede ejecutar en junio.

Zárate jugó 22 partidos y convirtió cuatro goles en la gestión de Russo, con el que había compartido plantel en el Vélez campeón de 2005. Del total de partidos disputados, sólo 14 fueron como titular (cinco completos).

Su último partido con el Xeneize fue ante Atlético Tucumán, el 18 de abril pasado, cuando se lesionó. Ya recuperado para el superclásico ante River, el pasado domingo, el entrenador no lo tuvo en cuenta y tres días más tarde reapareció entre los suplentes ante Barcelona de Ecuador, sin tener minutos en el campo de juego.

A raíz de estos antecedentes, el futbolista decidió marcharse de Boca y su prioridad es jugar en el exterior.