Yamila Rodríguez: memorias de una wing izquierda


10 de marzo de 2021

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por Delfina Corti

En la segunda fecha de la Copa Libertadores, la delantera de Boca fue elegida como la mejor jugadora del partido tras su hat-trick. Cuando le preguntaron sobre aquel premio, hizo lo que mejor sabe: encaró y desbordó, como siempre, pegada contra la raya

Se dice que los wines ya no existen más. Y lo repiten aquellas personas que nunca vieron jugar a Yamila Rodríguez. 

La delantera de Boca y la Selección argentina juega pegada contra la raya izquierda. Y, desde ahí, es una de las figuras actuales del equipo xeneize y del seleccionado dirigido por Carlos Borello. 

Roberto Fontanarrosa murió diez años antes del debut de Rodríguez en la Primera de Boca, pero bien podría haberse inspirado en ella cuando escribió “Memorias de un wing derecho”. A Yamila, dale la pelota por la línea que ella se encarga de hacer el resto: desbordar, tirar el centro o animarse a pegarle al arco. 

“Yo siempre con una pelota, como la tengo ahora en la mano”, declaró Rodríguez después de marcar un hat-trick en el partido entre Boca y Deportivo Trópico por la Copa Libertadores, el pasado 8 de marzo.

La delantera xeneize de 23 años no recuerda cuándo comenzó su pasión por el fútbol, pero sí tiene presente que desde chiquita seguía a sus hermanos cuando jugaban. A los doce, se acercó por primera vez al club Huracán de Posadas, en Misiones, y allí conoció a su primer entrenador, “Chino” Torres, quien fue el encargado de llevarla a una prueba en Boca en 2016. 

“Boca es mi vida, soy hincha. Mi familia desde chiquita me puso una camiseta y no me la saqué más”, confesó Rodríguez. En su caso, no se trata de una metáfora. Hace 2 años, el 9 de marzo de 2019, el plantel femenino de Boca volvió a jugar en la Bombonera después de varios años. Ese día, Yamila marcó el 1 a 0 frente a Lanús e inmortalizó el momento en su pierna derecha, su pierna hábil. 

Durante el último campeonato donde Boca se consagró campeón del Torneo Transición 2020, Rodríguez fue una de las mejores jugadoras del plantel. Con el envión que le había dejado levantar la Copa, viajó a Estados Unidos para jugar junto a la Selección argentina la Copa SheBelives. Y, al igual que en el ámbito local, fue una de las figuras dentro de la cancha. Y fuera de la cancha, también. 

 

En el último partido que el seleccionado argentino jugó contra las actuales campeonas del mundo, Rodríguez intercambió su camiseta con la mejor jugadora del mundo, Megan Rapinoe. En sus redes sociales, la delantera argentina compartió la imagen post partido y le dedicó unas palabras a su “ídola”. 

 

¿Cómo le respondió Rapinoe? Al ver que la camiseta argentina no llevaba el apellido de Yamila, editó la foto y le tiró un palito a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA): “Lo arreglé, pero realmente arreglemos esto".

 

Diez días después, Rodríguez -al igual que su ídola- también alzó la voz. Esta vez, en la Copa Libertadores. Tras la goleada por 10 a 1 frente a Deportivo Trópico en la segunda fecha de la fase de grupos, Yamila no sólo se llevó la pelota sino también el premio a la jugadora más valiosa del partido. 

 

Y, cuando le preguntaron sobre aquel premio, dijo:  “El fútbol es el deporte más lindo. Hoy es nuestro día y estamos jugando un torneo súper importante. Estamos demostrando que nosotras también merecemos tener las mismas posibilidades que ellos”.

 

El 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer, Yamila hizo lo que mejor le sale: encaró y desbordó, como siempre, pegada contra la raya.

 

Su fuente de inspiración

 

Rodríguez hace goles y asiste. Todas sus jugadas -y los festejos de sus goles- comparten una misma fuente de inspiración: Cristiano Ronaldo. Tal es así que hace tiempo confesó que se la pasa mirando videos del portugués, horas y horas. 

 

“Estoy constantemente intentando imitarlo. Sus jugadas, sus movimientos. Todo. La bicicleta, por ejemplo, la hago siempre cuando juego porque él la hace. ¡Hasta sus festejos trato de hacer! Siempre que hago un gol festejo como él. Grito como él, me paro como él”, dijo. 

 

En su pierna izquierda, en el lado del corazón -según sus palabras-, Yamila se tatuó a Cristiano y a Diego Armando Maradona. 

 

El día que Boca se consagró campeón tras ganarle 7 a 0 la final del Torneo Transición a River, en pleno festejo por el título, la delantera le agradeció a “Dios”, le agradeció a Diego.  

 

En 2008, Maradona declaró que él nunca se olvidaría dónde había nacido. “¿Cómo me voy a olvidar? Yo no me olvido, en lo único que no me pegaron en toda mi vida es en la memoria", dijo. 

 

Y la delantera de Boca coincide con su ídolo. Por eso, cada vez que le hacen una entrevista, sin importar cuándo ni dónde, Yamila pide los minutos finales para saludar y agradecerles a todos aquellos que siempre la acompañaron. 

 

“Durante un tiempo, cuando era chica, me alejé del fútbol de retobada. Volví gracias a mi familia y al ‘Chino’. Le escribí y le dije que quería volver, que tenía sueños por cumplir y él me dio la posibilidad”, confesó. 

 

Hoy, Yamila ya cumplió varios de sus objetivos: ser jugadora de Boca y la Selección argentina, jugar en la Bombonera, competir en una Copa Liberadores y marcar un gol en el torneo sudamericano más importante a nivel clubes. 

 

El próximo jueves, a las 19.30hs, Boca juega contra el equipo brasileño Avaí Kindermann por el Grupo B. Con un triunfo o un empate, el club xeneize sella su pase a los cuartos de final de la Copa. Con una derrota, depende del resultado entre Santiago Morning y Deportivo Trópico. 

 

La clave del partido estará en el sector izquierdo, donde juega Yamila, como siempre, “bien tirada contra la raya. Abriendo la cancha. Metiendo centros o pegándole al arco como venga porque para eso son los wines. Arriba y contra la raya”.

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